martes, 9 de febrero de 2016

(DES)ENCUENTROS CON (DES)CONOCIDOS

....You have been killing me softly....

Todo el mundo lleva un tiempo comportándose raro. Todos, incluido tú. Y está bien. Está perfecto. Pareciera que el mundo se hubiera puesto de acuerdo en desentenderse por un momento de los problemas de los demás. Te alivia -porque tú también tienes los tuyos y lo habías olvidado- mientras te dices a ti mismo eso de "está genial mimarse de vez en cuando y no te tienes que sentir culpable de ello", así que no te preocupas… y disfrutas -No mucho. Lo justo. Lo que se te permite-. “¡Vamos, ya está bien la broma! ¿Cómo te atreves? ¡Eres un egoísta por ello!. Los demás no esperan que los descuides. Sus problemas hacen más ruido que los tuyos. No te puedes quejar. Deberías comportarte mejor.” Te dice la voz de una conciencia ajena que se cree con derechos sobre la tuya propia. -Para ser honestos, los tuyos no son tan importantes como para denominarlos así-. ¡Qué suerte!¿Verdad?. -Ironías de la vida, supones-. Entonces comprendes que cuando las personas están bien no existe reproche. Mas sin embargo preferirías que cuando de malas rachas se trata, el individuo en cuestión simpatizara con la sociedad en vez de victimizarse sin razón. No estás solo, pero tampoco eres el único. Aprende a (sobre)vivir sin ahogar a los demás.